La ceremonia conmemoró el aniversario de la dedicación de la basílica y resaltó la devoción a la Virgen de las Nieves, atrayendo a numerosos fieles que participaron en la misa y la procesión solemne.
El Cardenal Arcipreste presidió una misa solemne en la Basílica de Santa María la Mayor, con motivo del aniversario de su dedicación. Durante la ceremonia, se destacó la importancia de la Virgen de las Nieves como símbolo de gracia y unión entre belleza y gratuidad. La celebración atrajo a numerosos fieles que acudieron para rendir homenaje a esta advocación mariana.
En su homilía, el Cardenal subrayó el papel fundamental de la Virgen María en la vida de los creyentes, recordando su intercesión constante y su ejemplo de humildad y servicio. Además, hizo hincapié en cómo la devoción a la Virgen de las Nieves ha perdurado a lo largo del tiempo, consolidándose como un pilar espiritual para muchos.
La Basílica de Santa María la Mayor, uno de los templos más antiguos dedicados a la Virgen María en Roma, fue el escenario perfecto para esta celebración. Su rica historia y arquitectura imponente proporcionaron un marco adecuado para reflexionar sobre el legado espiritual que representa. La misa concluyó con una procesión solemne, en la que los asistentes participaron con fervor y devoción.
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