El Pontífice animó a los ermitaños a perseverar en su vocación y destacó su papel como testigos de la oración en un mundo alienado, en el marco del Jubileo de la Vida Consagrada.
El Papa León XIV se reunió en Roma con un grupo de ermitaños durante el Jubileo de la Vida Consagrada. En este encuentro, el Pontífice alentó a estos religiosos a continuar viviendo su vocación en un mundo que, según sus palabras, se encuentra alienado. El Papa subrayó la importancia de ser testigos de la oración, destacando el valor de su vida contemplativa en la sociedad actual. Esta reunión forma parte de las celebraciones del Jubileo, que busca resaltar la relevancia de la vida consagrada en la Iglesia.