El Papa León XIV presidió la Misa de Cristo Rey, resaltando la música como expresión de emociones y exhortando a los coros a integrarse en la comunidad, evitando la exhibición personal.
El Papa León XIV presidió la Misa con motivo de la solemnidad de Cristo Rey del Universo, que coincidió con el Jubileo dedicado a los coros. Durante su homilía, destacó el valor de la música como medio para expresar emociones que las palabras no siempre alcanzan a transmitir. El Pontífice pidió a los cantores evitar la "tentación de la exhibición" y les animó a integrarse como "parte" de la comunidad, en lugar de situarse "delante" de ella.
En su mensaje, el Papa subrayó la importancia de la música en el camino de la vida, comparándola con un viaje que, aunque a veces arduo, se aligera gracias a las notas que surgen del único pentagrama que es la Iglesia. Desde el sagrato de la Basílica de San Pedro, León XIV presentó esta imagen ante los fieles reunidos y recordó que la música puede hacer más llevadero el trayecto hacia la "meta" de la alegría.
La homilía comenzó con una cita del Salmo 121, “Andremo con gioia alla casa del Signore”, que resalta la solemnidad del día y alaba a Jesús como "soberano manso y humilde". El Papa señaló que el trono de Cristo es la Cruz, desde donde irradia su Reino y revela al mundo la "inmensa misericordia del corazón de Dios".
El Santo Padre también enfatizó el papel fundamental que desempeñan los coristas y músicos en la "edificación espiritual de los hermanos", recordando su importancia para favorecer la participación activa de los fieles en la liturgia. En consonancia con lo establecido por Sacrosanctum Concilium, indicó que su misión es esencial para promover esa participación y les animó a expresar su “iubilum”, es decir, la alegría que brota del corazón lleno de gracia.
