El incendio en Tai Po, Hong Kong, ha causado la muerte de 55 personas y la desaparición de 279, mientras las autoridades evalúan el impacto en los rascacielos afectados y continúan las labores de rescate.
El Papa León XIV expresó su profunda tristeza y solidaridad tras el devastador incendio que afectó a siete rascacielos en el distrito de Tai Po, Hong Kong, el pasado miércoles 26 de noviembre. En un telegrama firmado por el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, y dirigido al cardenal Stephen Chow Sau-yan, obispo de Hong Kong, el Pontífice manifestó su cercanía espiritual con las víctimas y sus familias, así como con los heridos. Asimismo, encomendó las almas de los fallecidos a la misericordia divina y ofreció oraciones por los rescatistas que continúan trabajando en la zona.
El incendio, que causó al menos 55 muertos —entre ellos un bombero— y dejó 279 desaparecidos, se propagó con rapidez debido a los andamios de bambú que rodeaban el complejo en proceso de renovación. Las autoridades de Hong Kong, ahora Región Administrativa Especial de China, realizaron una primera evaluación del desastre y subrayaron la gravedad del siniestro. Los aproximadamente 2.000 apartamentos afectados albergan a unas 5.000 personas, por lo que se teme que el número de víctimas mortales pueda aumentar.
