Un trágico tiroteo en la iglesia y escuela católica de la Anunciación en Minneapolis ha dejado un saldo de dos niños fallecidos y varios heridos, conmocionando a la comunidad local y despertando una ola de solidaridad y oración.
El pasado miércoles 27 de agosto de 2025, un tiroteo sacudió la tranquilidad de la Iglesia y Escuela Católica de la Anunciación en Minneapolis, Minnesota, resultando en la muerte de dos menores y dejando a otras 17 personas heridas, entre ellas 14 niños y tres adultos. El incidente ocurrió alrededor de las 8:30 a.m. durante la celebración de una misa escolar, según informó el jefe de policía, Brian O'Hara. El atacante, armado con un rifle, una escopeta y una pistola, abrió fuego desde las ventanas de la iglesia, perpetrando lo que O'Hara describió como "un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y personas en oración".
El gobernador del estado, Tim Walz, expresó su consternación a través de su cuenta en la plataforma X, manifestando su solidaridad con las víctimas y sus familias. "Estoy orando por nuestros niños y maestros cuya primera semana de clases se vio empañada por este horrible acto de violencia", afirmó. Por su parte, el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, lamentó profundamente lo sucedido y exhortó a la comunidad a brindar apoyo a las familias afectadas. "Estas familias han cambiado para siempre, y todos nosotros hemos cambiado con ellas. Tenemos que hacer todo lo posible para apoyarlas en este momento", declaró.
Las autoridades confirmaron que el sospechoso murió en el lugar y aseguraron que no existen más amenazas para la comunidad. Mons. Robert Barron, Obispo de Winona-Rochester, instó a unirse en oración por las víctimas y sus familias, así como por toda la comunidad parroquial. El P. Paul Hedman, sacerdote local, informó que el ataque comenzó durante el salmo responsorial de la misa, y que Su Excelencia Kevin Kenney, uno de los obispos auxiliares, está visitando a los heridos en el hospital.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también se pronunció sobre el trágico evento, asegurando que "la Casa Blanca seguirá monitoreando esta terrible situación" y solicitando oraciones para todos los involucrados.