Un tercio de los nuevos sacerdotes católicos en Inglaterra son exanglicanos
Desde la introducción de la ordenación de mujeres, 700 clérigos anglicanos han pasado a la Iglesia Católica, lo que ha llevado a un alto porcentaje de conversos en el clero católico.
Un estudio del Benedict XVI Centre for Religion, Ethics and Society de la Universidad St. Mary's de Twickenham revela que aproximadamente un tercio de los sacerdotes católicos ordenados en Inglaterra y Gales en los últimos 30 años eran anteriormente clérigos anglicanos. La mayoría de estas conversiones ocurrieron después de la introducción de la ordenación de mujeres en la Iglesia de Inglaterra en 1994 y tras la creación del Ordinariato para ex anglicanos por el Papa Benedicto XVI en 2011.
Entre 1992 y 2024, alrededor de 700 clérigos anglicanos se unieron a la Iglesia Católica, de los cuales 491 recibieron la ordenación católica, incluyendo cinco como diáconos permanentes. Sin embargo, 35 personas regresaron a la Iglesia anglicana, cinco de ellas después de haber sido ordenadas en la Iglesia católica. En la última década, el porcentaje de conversos entre los nuevos ordenados ha disminuido ligeramente, siendo el 19% de ellos antiguos clérigos anglicanos.
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La decisión de la Iglesia de Inglaterra de ordenar mujeres como sacerdotes en 1992, efectiva desde 1994, provocó el mayor número de conversiones de clérigos anglicanos a la Iglesia católica. La introducción de los Ordinariatos Personales por Benedicto XVI resultó en la segunda mayor ola de conversiones, permitiendo a los ex anglicanos mantener su liturgia y espiritualidad dentro de la Iglesia católica.
Las cifras para 2025 aún no se han incluido en el estudio. La reciente designación de Sarah Mullally como Arzobispa de Canterbury, la primera mujer en ocupar este cargo, generó tensiones en la comunidad anglicana en octubre. La alianza de iglesias anglicanas conservadoras GAFCON ha roto la comunión eclesiástica con la Arzobispa de Canterbury y, por ende, con toda la comunidad anglicana tradicional.
La Iglesia Católica no reconoce la validez de las ordenaciones en las iglesias de la comunidad anglicana. El Papa León XIII declaró en 1896, a través de la bula "Apostolicae curae", que las ordenaciones anglicanas son inválidas debido a defectos en la forma y la intención. Esta decisión sigue vigente, por lo que los clérigos anglicanos que desean continuar su ministerio tras su conversión deben ser ordenados de nuevo, y por primera vez de manera válida según la Iglesia católica.
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