La visita del presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, prevista en el marco de las fiestas patronales de Vic, se cancela tras las protestas anunciadas por partidos y colectivos soberanistas
La diócesis de Vic ha decidido cancelar la misa que debía oficiar el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Monseñor Luis Argüello, con motivo del 400º aniversario de la muerte de Sant Miquel dels Sants, patrón de la localidad. La decisión se ha tomado ante el riesgo de incidentes derivados de las protestas convocadas por grupos independentistas contrarios a la presencia del prelado.
En un comunicado difundido este viernes, el obispado justificó la suspensión de los actos litúrgicos previstos en la catedral y en la casa natalicia del santo, alegando que se habían tenido "conocimiento de la convocatoria y preparación de varias acciones contrarias y limitativas de la libertad religiosa", y que dichas actuaciones podían comprometer "la seguridad de las personas y del patrimonio cultural".
La polémica fue creciendo durante la semana, alimentada por declaraciones de los grupos municipales de ERC y En Comú Podem, que expresaron su rechazo a la visita del arzobispo por considerar que sus posturas "colisionan con los valores de igualdad, los derechos LGTBIQ+, los derechos de las mujeres y la autodeterminación". También las comparsas de las fiestas patronales se sumaron a las críticas mediante un comunicado en el que mostraban su “contundente oposición” a la participación de Argüello en los actos religiosos.
Por su parte, los Comités de Defensa de la República (CDR) locales anunciaron un 'escrache' para boicotear la celebración litúrgica. En redes sociales, convocaron a simpatizantes a sumarse a la protesta bajo el lema #VergüenzaObispo y #FueraArgüello. En uno de sus mensajes, calificaron al arzobispo de “unionista, ultraderechista, homófobo y cómplice de pederastas”, y lanzaron duras críticas tanto hacia él como hacia el obispo de Vic, Romà Casanova, al que acusaron de actuar como “anfitrión de un colonizador”.
Los CDR también promovieron una 'xiulada' –protesta sonora con silbidos– para interferir en la homilía. Este clima de tensión forzó finalmente al obispado a cancelar el acto, priorizando la seguridad ante el riesgo de altercados. Está previsto que el alcalde de Vic, Albert Castells (Junts), comparezca en las próximas horas para valorar lo ocurrido.
La decisión del obispado sienta un peligroso precedente y demuestra que la Iglesia sigue plegándose a las provocaciones de los intolerantes.
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