El Cardenal Burke invita a la oración por el centenario de la Virgen de Fátima en Pontevedra

El Cardenal Leo Burke ha pedido a los fieles unirse en oración durante nueve semanas para conmemorar el centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima en Pontevedra, España.

El Cardenal estadounidense Leo Burke, prefecto emérito del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica en el Vaticano, ha hecho una llamada a los fieles para unirse a él en un periodo de oración de nueve semanas, con motivo del centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima en Pontevedra, España. El purpurado anunció esta iniciativa a través de su cuenta en la red social X el pasado 3 de octubre, invitando a comenzar las oraciones el 8 de octubre y concluirlas el 10 de diciembre, fecha que marca el centenario de la aparición en Pontevedra.

En su mensaje, el Cardenal Burke animó a los fieles a orar por "la gracia del arrepentimiento sincero por los pecados cometidos y la participación sincera en los actos de reparación de la Devoción de los Primeros Sábados". Estos actos incluyen la confesión sacramental, la recepción digna de la Sagrada Comunión, el rezo del Rosario y la meditación durante quince minutos sobre los misterios del Rosario, todo ello con la intención de hacer reparación a la Santísima Virgen María.

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El Cardenal Burke destacó la promesa de Nuestra Señora de Fátima de que, por la gracia de Dios, la devoción dará como fruto la salvación de muchas almas y la paz mundial. "Que Nuestro Señor, por intercesión de Nuestra Señora de Fátima, nos conceda, durante las nueve semanas de oración, un abundante don de gracia divina", concluyó el purpurado.

Las apariciones de la Virgen de Fátima en Pontevedra son parte de un conjunto de manifestaciones marianas que comenzaron en 1925, cuando Sor Lucía, una de las videntes de Fátima, ingresó en el noviciado de las Hermanas Doroteas en Pontevedra. Allí, la Virgen y el Niño Jesús se le aparecieron, pidiéndole promover la devoción de los Primeros Sábados. Estas apariciones fueron reconocidas por el Vaticano como parte del mensaje de Fátima debido a la presencia misma vidente.