El obispo John P. Dolan destaca la importancia de una pastoral que combine fe y ciencia para abordar los desafíos de salud mental, promoviendo educación y apoyo en la diócesis de Phoenix.
John P. Dolan, obispo de Phoenix, abordó en una entrevista con Vatican News el desafío de la salud mental en la sociedad actual y subrayó la necesidad de una alianza entre fe y ciencia. El prelado señaló que muchas familias sufren al perder a seres queridos por suicidio o al verlos luchar con problemas de salud mental. A la luz de tragedias familiares que también le afectaron, explicó que no bastan consejos religiosos o médicos aislados, sino que hace falta un enfoque integral.
En ese sentido, reclamó una pastoral de salud mental que atienda a la persona en su conjunto y animó a los fieles y a las parroquias a implicarse, sin dejar de acudir a la ayuda profesional cuando sea necesario. También rechazó la oposición entre fe y ciencia y afirmó que la psiquiatría y la psicología pueden ser aliadas de la fe. Según sus palabras, Dios concedió el don de la ciencia para complementar la fe, de modo que ambas han de caminar juntas.
Dentro de este planteamiento, comparó la pastoral de salud mental con el corazón que bombea sangre a las extremidades del cuerpo y destacó la importancia del acompañamiento en las periferias. En concreto, precisó que no se trata de “reparar” a las personas, sino de estar presentes y acompañarlas. Añadió que ese acompañamiento es un acto de amor que nace del Sacro Corazón de Jesús.
El obispo identificó tres líneas de acción en su diócesis: la educación en primeros auxilios de salud mental para el clero; la defensa de derechos en contextos vulnerables, como las cárceles; y medidas sistemáticas, entre ellas el aumento de camas para pacientes en crisis mental en la contea de Maricopa. Con ello, indicó, se busca mejorar la atención y el acompañamiento a quienes afrontan problemas de salud mental.
Por último, resaltó la integración de la pastoral de salud mental en el seminario espiritual diocesano, con el fin de promover una comprensión más profunda de uno mismo y el crecimiento en la conciencia de ser hijos amados de Dios. Esta incorporación pretende que los futuros líderes eclesiales no eludan el tema, sino que lo asuman como parte de su misión pastoral.
