La bandera LGTBI en el altar de Sevilla provoca una polémica durante una misa
El uso de la bandera LGTBI en la mesa de altar de la iglesia de Santa María la Real de Sevilla ha desatado una fuerte polémica.
El pasado 15 de noviembre, un miembro de la asociación tradicionalista católica Orate recriminó al sacerdote dominico que presidía un acto de acogida del colectivo LGTBI en la iglesia de Santa María la Real de Sevilla. Durante la celebración, el joven se levantó y acusó al sacerdote de ser un «traidor» y de convertir el templo en una «cueva de ladrones». La comunidad de frailes dominicos, encargada del cuidado pastoral del templo, fue señalada por el joven, quien afirmó que estaban acogiendo el pecado y rechazando las exequias por las víctimas del terrorismo y del comunismo.
Fray Francisco Javier Rodríguez, sacerdote responsable, respondió recordando el discurso sobre integración del Papa León XIV, lo que generó un debate en torno a la doctrina pontificia. La asociación Orate remitió una carta al Arzobispado y al Vaticano, denunciando «abusos litúrgicos» y solicitando una investigación sobre los hechos.
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Orate se presenta como defensora de la identidad y tradición católica española. Denuncian que los dominicos del convento de Santo Tomás de Aquino negaron una misa por los «jóvenes falangistas asesinados por socialistas y comunistas». Sin embargo, fray Francisco Javier Domínguez, miembro de dicha comunidad, desmintió que se negara a oficiar esa misa, aclarando que se pidió evitar manifestaciones políticas durante la celebración. Al constatar que la Eucaristía iba a formar parte de un homenaje con connotaciones fascistas, decidieron no celebrarla.
En cuanto a la celebración con miembros del colectivo LGTBI, el sacerdote explicó que se trataba del grupo Ichtys, que se reúne mensualmente en Santa María la Real para su eucaristía titulada 'Tierra de acogida'. Este grupo cuenta con la bendición de monseñor Asenjo, quien expresó sorpresa favorable al conocerlos. Fray Francisco Javier Domínguez afirmó no esperar tal repercusión y manifestó su deseo de mantenerse al margen del conflicto con Orate.
Por ahora, el Arzobispado no ha emitido pronunciamiento oficial sobre el incidente, señalando que la única información disponible es la difundida en redes sociales.
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