El cardenal Estanislao Esteban Karlic, reconocido por su labor pastoral y teológica, falleció el 8 de agosto, dejando un legado significativo en la Iglesia Argentina y en el ámbito internacional.
El pasado viernes 8 de agosto, la Iglesia argentina se vistió de luto por el fallecimiento del cardenal Estanislao Esteban Karlic, quien fuera arzobispo emérito de Paraná. A sus 99 años, el cardenal Karlic dejó un legado significativo en la comunidad eclesial, siendo recordado por su dedicación y servicio pastoral a lo largo de su vida. Su trayectoria estuvo marcada por un profundo compromiso con la fe y el bienestar espiritual de los fieles.
El cardenal Karlic nació en Oliva, Córdoba, y fue ordenado sacerdote en 1948. A lo largo de su carrera eclesiástica, desempeñó diversos roles dentro de la Iglesia, destacándose como arzobispo de Paraná desde 1986 hasta su retiro en 2003. Durante su mandato, trabajó incansablemente para fortalecer la estructura pastoral y promover el diálogo interreligioso. Su labor fue reconocida con su nombramiento como cardenal en 2007 por el Papa Benedicto XVI.
Además de su labor pastoral, Karlic fue un destacado teólogo y académico. Participó activamente en la Conferencia Episcopal Argentina y contribuyó a la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica. Su influencia se extendió más allá de las fronteras argentinas, siendo una figura respetada en el ámbito internacional por sus aportaciones al pensamiento teológico contemporáneo.
La noticia de su fallecimiento ha generado numerosas muestras de condolencias y reconocimiento por parte de líderes religiosos y fieles. La comunidad eclesial recuerda al cardenal Karlic como un pastor cercano y comprometido con los valores del Evangelio. Su legado perdurará en las enseñanzas que dejó y en el ejemplo de vida que ofreció a quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
Los funerales se llevarán a cabo en la catedral metropolitana de Paraná, donde se espera una gran afluencia de fieles para rendir homenaje al cardenal Karlic. La ceremonia será presidida por autoridades eclesiásticas locales, quienes destacarán su contribución a la Iglesia argentina y su dedicación al servicio pastoral durante más de medio siglo.
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