El Papa León XIV ha designado al P. Luis Carlos Lerma Martínez como nuevo obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo, México, una región clave en la frontera con Estados Unidos.
La Santa Sede ha anunciado el nombramiento del P. Luis Carlos Lerma Martínez como nuevo obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo, un área estratégica en la frontera norte de México. El anuncio fue realizado por la Nunciatura Apostólica en México, a través de la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), y ha sido recibido con beneplácito por la comunidad católica local, que había estado sin obispo desde 2023, tras el traslado de Mons. Enrique Sánchez Martínez a la Diócesis de Mexicali.
El P. Luis Carlos Lerma Martínez, de 63 años, es originario de Delicias, Chihuahua, y ha servido en diversos roles dentro de la Arquidiócesis de Chihuahua, incluyendo el de vicario general. En una rueda de prensa, Mons. Lerma Martínez expresó su sentido de responsabilidad y su deseo de ser un buen pastor para su nueva diócesis, pidiendo a Dios sabiduría para no defraudar a su comunidad. Subrayó la importancia de la evangelización y de que las personas acepten a Jesucristo como el centro de sus vidas para mejorar la sociedad.
La Diócesis de Nuevo Laredo, situada en la frontera con Laredo, Texas, es un punto neurálgico para el fenómeno migratorio, con numerosos asentamientos temporales de migrantes que buscan cruzar hacia Estados Unidos. La Iglesia Católica, junto con otras organizaciones civiles, ha estado activa en el apoyo humanitario y espiritual a estas comunidades. El nuevo obispo ha mostrado especial interés en trabajar con estas poblaciones, continuando con la labor de acompañamiento que ya se realiza en la región.
El P. Luis Carlos Lerma Martínez fue ordenado sacerdote en 1993 y posee una Licenciatura en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de México. Ha desempeñado diversos cargos, incluyendo el de ecónomo diocesano y formador en el Seminario Arquidiocesano de Chihuahua. Su experiencia también incluye el trabajo como capellán del Centro de Readaptación Social en Santa Eulalia y como asesor espiritual de la Pastoral Penitenciaria diocesana.